Los funcionarios -entiéndase como colectivo- somos honrados; la clase política, por lo que se ve en las noticias con que nos sorprenden cada día, no lo son.
Si los altos cargos políticos tienen la fea costumbre de avergonzarnos a veces como ciudadanos, el viernes los empleados de la GVA, en especial los compañeros y compañeras del Complejo Administrativo 9 d'Octubre, también nos sentimos avergonzados como empleados públicos.
El viernes 29 de mayo a primera hora de la mañana, parece ser que la policía judicial registró y detuvo al exConseller de Gobernación; y posteriormente, realizando el registro de documentación sensible al caso que estén investigando, se personaron en la Torre 4 del CA9O para lo que fuera menester.
Durante toda la mañana, resultó imposible entrar físicamente en la "planta noble" de la Torre 4 debido al registro policial/judicial. Una "planta noble" (mote que se suele poner a los lugares de los centros administrativos donde trabajan los Consellers, altos cargos y demás, que no suele ser de acceso libre para sindicalistas ni ciudadanos) que no podía ser más innoble y nido de la vergüenza.
El viernes los ciudadanos pudieron comprobar -los funcionarios ya lo sabíamos- que la "nobleza" no reside en esas estancias donde se reúnen los políticos; sino en las otras estancias, en la mesa, silla y ordenador de los empleados públicos anónimos que sacan adelante esta Administración y la ponen al servicio de los ciudadanos.
Porque no ponemos a la Generalitat a funcionar gracias a los políticos, sino más bien a pesar de ellos.
Nuestra Torre 4, mancillada por la corrupción |
El día 29 el CA9O, que los funcionarios de Servicios Centrales de la GVA entendemos como "nuestra casa" fue un hervidero de gente, entre policía, fotógrafos, periodistas y curiosos.
Nos gusta que la corrupción se persiga, se averigüe y se detenga a los culpables; pero fue muy triste ver cómo se ha instalado en algunos despachos de la Torre 4; esa Torre 4 que nos pertenece a los ciudadanos valencianos y donde trabajamos los empleados públicos valencianos.
La Torre 4 es nuestra; no es de políticos ni empresarios ni aprovechados corruptos; y aunque la hayan ensuciado con este caso de corrupción, hay que aclarar que lo que más abunda en este edificio son personas profesionales y trabajadoras con vocación de servicio al ciudadano, que prestan sus servicios con humildad y sufren en sus condiciones laborales recortes debido a una crisis que no han provocado.
En todos los despachos de la Torre 4 se trabajaba para favorecer al ciudadano, mientras el trabajador (también ciudadano) perdía poder adquisitivo. En todos los despachos, menos uno, en el que se trabajaba para engañar y estafar al ciudadano y multiplicar el poder adquisitivo de los ocupantes de esos despachos.
Para CSIF, y para los empleados públicos de la GVA, no hay corrupción en la Torre 4. Sólo la hay en un despacho, y ese despacho sobra del Complejo Administrativo.
Policía en el CA9O |
El suceso de la mañana del último viernes de mayo también nos sirve para recordar un tema que desde CSIF hemos reiterado cada vez que tenemos oportunidad: es necesaria una Administración fuerte, con empleados públicos independientes, inamovibles, que hayan ganado su puesto por concurso y sean inmunes a cualquier presión política.
Sólo entonces será más sencillo que no se produzcan situaciones como la que hemos vivido. Los políticos aprovechados no quieren técnicos competentes y honestos alrededor, porque impiden que se estafe a la ciudadanía.
Si ésta es una época de desconfianza y presunción de corrupción generalizada, debemos estar más unidos ciudadanos y funcionarios para exigir honestidad, transparencia y trabajo en el sector público. Las señas de identidad de los empleados públicos anónimos que mantienen el Estado del Bienestar en pie.
Empleados públicos como los policías que detuvieron a su "jefe" (el exConseller era hasta el viernes Delegado del Gobierno en Valencia), demostrando su independencia y servicio, y a quienes, al mismo tiempo que desde CSIF les felicitamos por su trabajo, les deseamos que nunca tengan que regresar al Complejo Administrativo: que nadie tenga que corromper ningún despacho del CA9O.
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El CA9O, nuestra Torre 4, pertenece a los ciudadanos y a los funcionarios que trabajan en ella. A nadie más; aceptamos a los políticos que vengan como lo que son: meros representantes de la ciudadanía, que trabajan a su servicio, con la misma profesionalidad y dignidad todos, desde el subalterno que hace labores de conserjería hasta el Conseller de turno.
En CSIF tenemos claro que los empleados públicos somos honestos.
Políticos honestos, que sean bienvenidos y a trabajar.
Políticos deshonestos, sobran: envilecen nuestra Torre y no los queremos a nuestro lado.
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